La tensión aumenta a las puertas de la franja de Gaza mientras Israel prepara una ofensiva a gran escala contra la organización terrorista Hamás en respuesta a los ataques terroristas del pasado 7 de octubre en territorio israelí. Las tropas israelíes tratarán con su ofensiva terrestre de liberar a los rehenes capturados por Hamás y acabar con su presencia en Gaza. Mientras, más de dos millones de palestinos sufren las consecuencias de un conflicto que Occidente mira con preocupación ante una posible escalada de violencia en Oriente Próximo. 

Esta guerra, la primera que Israel libra desde la del Yom Kipur en 1973, escribe un nuevo capítulo del largo conflicto árabe-israelí y amenaza con provocar una crisis humanitaria sin precedentes en la franja de Gaza, mientras el mundo contiene el aliento ante el enfrentamiento entre Hamás e Israel y las posibles consecuencias a nivel internacional.

El ataque de Hamás a territorio israelí

El pasado 7 de octubre, Hamás lanzó un gran ataque desde Gaza, bautizado por la organización terrorista como la "Inundación de Al-Aqsa", coincidiendo con la festividad judía del Simjat Torá. Mientras alrededor de 2.200 cohetes disparados desde Gaza llegaban a territorio israelí, los milicianos de Hamás atacaron la frontera con vehículos y tropas, asesinando a cientos de civiles israelíes en los 'kibutz' y en un festival de música cerca de la frontera con Gaza. 

Además de las matanzas, Hamás capturó a aproximadamente 150 civiles como rehenes, incluyendo ancianos, niños y bebés. Aproximadamente 1.300 personas entre civiles y militares fueron asesinadas por Hamás durante el ataque, según publicó la BBC.

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Israel declara el estado de guerra

Los ataques de Hamás motivaron una respuesta inmediata de Israel, que declaró el estado de guerra e inició la operación 'Espada de Hierro'. El ejército israelí se movilizó para reforzar las fronteras, cercar la franja de Gaza y buscar terroristas de Hamás que hubiesen quedado en territorio israelí. 

Tras retomar el control en todo su territorio, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) comenzaron a bombardear objetivos en Gaza, incluyendo edificios residenciales, torres de comunicación, hospitales y complejos militares, además de cortar el suministro de agua, electricidad y alimentos al territorio gazatí, uno de los más densamente poblados del mundo con más de dos millones de habitantes. 

El pasado 13 de octubre, el ejército israelí emitió un aviso de evacuación para los palestinos del norte de la franja de Gaza (más de un millón de habitantes incluyendo la ciudad de Gaza) hacia el sur del territorio mientras los israelíes preparan una gran ofensiva terrestre para rescatar rehenes y "desmantelar" a Hamás. Los ataques aéreos y el cerco sobre Gaza no han cesado mientras la invasión terrestre de la franja parece inminente.

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Catástrofe humanitaria para dos millones de palestinos

La guerra contra Hamás y la ofensiva israelí sobre Gaza ha despertado la preocupación de la comunidad internacional por las consecuencias que tendrá para los más de dos millones de palestinos que residen en la franja. La densidad de población y la infiltración de Hamás y sus estructuras en zonas urbanas explican las consecuencias de los bombardeos israelíes, que se han saldado con la muerte de más de 2.800 gazatíes, según la BBC.

El bloqueo de suministros a Gaza, así como el aviso de evacuación del norte de la región han convertido la franja en una "catastrofe total", según informa Médicos sin Fronteras y recoge la CNN. La Agencia de Naciones Unidas para refugiados palestinos ha asegurado que la situación ha convertido Gaza "en un agujero infernal al borde del colapso". Los millones de palestinos llamados a evacuar el norte de Gaza no tienen a donde ir mientras el paso fronterizo de Rafah (Egipto) permanece cerrado y la falta de suministros convierte la situación en una crisis humanitaria sin precedentes en la región. 

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Occidente condena a Hamás y pide a Israel respetar los derechos humanos en Gaza

Ante la guerra entre Hamás e Israel y la situación de los palestinos de Gaza, los gobiernos occidentales han mostrado su apoyo a Israel, aunque en las últimas fechas han matizado que su respuesta contra Hamás debe darse "dentro del derecho internacional y el derecho humanitario", tal y como expone el comunicado del Consejo de Europa que insta a Hamás "liberar inmediatamente" a los rehenes y resalta la importancia de proteger y prestar ayuda humanitaria a los civiles en Gaza. La UE expone, además, su compromiso con "una paz duradera y sostenible basada en la solución de los dos estados".

Por su parte, Estados Unidos ha reafirmado su apoyo a Israel y ha enviado efectivos militares, como el portaaviones más grande del mundo, al Mediterráneo oriental como disuasión a otros actores como Irán o la milicia libanesa Hezbolá de intervenir en el conflicto. Si bien la Casa Blanca expresó su apoyo al Estado judío, el presidente Biden matizó que Hamás "no representa a todo el pueblo palestino" y calificó una posible invasión israelí de Gaza como "un gran error".

Irán, el régimen teocrático acusado de armar a Hamás y a Hezbolá, ha anunciado en las últimas horas que prepara una "acción preventiva" contra Israel si continúan los ataques en Gaza. El régimen chíi, enemigo acérrimo de Israel, forma la alianza conocida como el 'Eje de la Resistencia' junto a organizaciones militares antisionistas y contrarias a la existencia del estado israelí como Hezbolá, Hamás o la Yihad Islámica.

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Israel se prepara para una ofensiva terrestre en Gaza

Los esfuerzos de la comunidad internacional por lograr un alto al fuego que permita proporcionar ayuda humanitaria en Gaza no han fructificado, según informa Reuters, mientras Israel mantiene sitiada la franja a la espera de iniciar la ofensiva terrestre para acabar con Hamás. Según informa la agencia, Israel también ha evacuado su frontera norte con Líbano ante una escalada de violencia entre su ejército y Hezbolá.

Con Gaza sitiada y sin recursos, parece cuestión de tiempo el inicio de una operación que será larga y que amenaza con desatar un conflicto de mayor escala en Oriente Próximo. De momento, las consecuencias para los dos millones de palestinos por la evacuación y el corte de suministros serán "devastadoras", según advirtió Naciones Unidas.